El regalo de Agustín:

Hay regalos y regalos. Al encontrarse en casa con un paquete extraplano de considerables dimensiones, podría pensar que se trataba, dada su devoción mariana, de un cuadro de su Virgen, o de un cartel de Semana Santa, o quizá de un afiche publicitario de la pastelería que regenta. 

Si embargo, al abrirlo se descubre a sí mismo, en la imagen de los vencedores, de los héroes del Marathón, en ese instante fugaz de felicidad expansiva, agradecida, dedicada...
La probabilidad de ser imagen de una maratón internacional, sin ser Gebre, Kimetto, Fiz...etc, puede ser la misma que la que te toque el euromillón.
Agustín ya la tiene, de Sevilla al cielo ¡Qué gran recuerdo! y ¡cómo reluce la camiseta de nuestro club!