Club de Atletismo "Amo Allá" (Aguilar de la Frontera, Córdoba)

Una experiencia inolvidable. El sábado 22 de Febrero a las 9:30h tomamos partida Cristóbal Belmonte, Sergio Prieto y un servidor a la conquista de Sevilla. Desayuno completo en mitad de camino y sobre las 11:00h, ya estábamos donde queríamos, Sevilla.  Nos dirigimos a FIBES a recoger nuestros dorsales. Nervios a flor de piel, pabellón a tope, lleno de gente, ingleses, franceses, portugueses, alemanes y algún español que otro, además de innumerables stands deportivos. Sobre las 13:30h abandonamos la feria del corredor dirección Hotel Al Andaluz junto al Benito Villamarín. Al llegar al hotel, primera sorpresa para la élite, se alojaban en nuestro mismo hotel. Atletas de todos los colores, nunca mejor dicho, finos como palillos. Se les veía contentos, parece que les gusto que se hospedaran donde mismo lo harían el Club Amo Allá. Javi Guerra, campeón de España de maratón, nos pide hacernos una foto.  Una vez las maletas en nuestras habitaciones, nos dirigimos a almorzar.

El pasado 16 de febrero, un nutrido grupo de atletas del club Amo Allá nos desplazamos hasta Córdoba, hasta la castiza y cofrade plaza del Alpargate, donde radica el colegio Santísima Trinidad, para participar de la vigésimo séptima edición de la carrera popular “Trinitarios”, una convocatoria clásica que abre el calendario atlético cordobés en la capital. A la cita acudimos el incombustible Antonio Cabello, Agustín –nuestro presidente-, el descalcista Jero –que lucía con orgullo el brazalete de “Pies negros”-, el veloz Pepe Arjona, José Antonio Martín, Gonzalo y “Caca”, (todos fieles al calendario de carreras populares cordobesas) e Ibán. La nómina de féminas iba en esta ocasión representada por nuestra laureada Josefina, que no tuvo la suerte de otras ocasiones para alcanzar el podium. La mañana amaneció algo fría, despejada, aunque con las primeras carreras por el patio trinitario entramos en calor rápidamente. A las nueve en punto, me esperaba el grupo para hacerse con los

La mañana del 7 de febrero se despertó brumosa y algo desapacible, lo que vino a acrecentar mis dudas de asistir a la carrera en la vecina ciudad de Puente Genil. Este hecho, junto a la calidez que despide una cama en estos domingos del año, alimentó los momentos de debilidad que con cierta frecuencia se manifiestan ante el reto de competir. Pero también, como en otras muchas veces, se impuso ese segundo de decisión que te hace agarrar la mochila y el zapatillero y tirar para adelante. Esta contradicción que prepara la adrenalina y nos pone en línea de salida una y otra vez no se entiende si no se es corredor popular. Convenzo a mi esposa, un café, con dos croissants y un plátano es mi bagaje para afrontar los escasos 21 kilómetros de la prueba pontanesa… y mi esposa y mi princesa, que no es poco. No estoy preparado para grandes gestas, pero estoy nervioso, y eso me delata. Casi siempre es un buen síntoma. Previamente me había pesado ligero de equipaje. Otra alegría que me hizo senti

Como cada año por el mes de Febrero se celebra la Asamblea General de socios del Club de Atletismo Amo Allá. En esta ocasión el lugar era inmejorable, Restaurante La Casona, un sitio donde a este Club tratan de forma exquisita y profesional. En un salón acogedor y decorado para la ocasión daba comienzo con puntualidad británica, 20:30h, dicha junta general.  La tarde prometía sorpresas y puntos de interés diversos, todos ellos alrededor del acontecimiento que este año Amo Allá celebrará, su  XX Aniversario  fundacional. La primera sorpresa no se hizo esperar, Manuel Ruiz Calero, primer presidente fundacional, acudió a nuestra llamada. Por primera vez en la historia se concentraban en la misma asamblea todos los presidentes hasta la fecha, Manuel Ruiz, Francisco Toscano, Carlos Cortes, Jose Luís Almeda, José Luis Montero, Andrés Córdoba y Agustín Romero. Con una salud económica y deportiva ejemplar, demostrada con la asistencia de más de 50 socios, se procedía a la lect