Maratón Sevilla 2020


Una experiencia inolvidable. El sábado 22 de Febrero a las 9:30h tomamos partida Cristóbal Belmonte, Sergio Prieto y un servidor a la conquista de Sevilla. Desayuno completo en mitad de camino y sobre las 11:00h, ya estábamos donde queríamos, Sevilla. 


Nos dirigimos a FIBES a recoger nuestros dorsales. Nervios a flor de piel, pabellón a tope, lleno de gente, ingleses, franceses, portugueses, alemanes y algún español que otro, además de innumerables stands deportivos. Sobre las 13:30h abandonamos la feria del corredor dirección Hotel Al Andaluz junto al Benito Villamarín. Al llegar al hotel, primera sorpresa para la élite, se alojaban en nuestro mismo hotel. Atletas de todos los colores, nunca mejor dicho, finos como palillos. Se les veía contentos, parece que les gusto que se hospedaran donde mismo lo harían el Club Amo Allá. Javi Guerra, campeón de España de maratón, nos pide hacernos una foto. 


Una vez las maletas en nuestras habitaciones, nos dirigimos a almorzar. Sobre las 17:00h visita turística por la capital Andaluza, Triana, puente de Triana, calle Pureza, gentío por todos lados….
A las 19:30h dirección hotel, no sea que se preocupara la élite. Sobre las 22:30h cenamos en las mismas habitaciones, concentración total y antes de las 23:00h, a dormir que mañana se presenta un día duro.

Llegó el gran día, a las 6:00h a desayunar. Los “negros” también desayunaban a esa hora, curiosos ellos, miraban nuestro desayuno, imagino que intentando saber porque tres tipos como nosotros, equipados con un chándal rojo y un águila en la espalda imitando un corredor, podían hacer una maratón con tantas ganas e ilusión, no salían de su asombro.
Nos subimos a cambiarnos. 7:45h y ya estábamos preparados. Avenida de la Palmera, solo un km nos separaba de la zona de salida, nervios y más nervios, nos enfrentábamos a un reto hecho para valientes y eso es lo que somos, valientes con ganas y fuerzas.

Sergio tenía un cajón de salida distinto y más preferente, nos despedimos de él y Cristóbal y yo seguimos en busca de nuestro lugar de salida. 
A las 8:30h en punto, pistoletazo de salida. Primeros Km acompañándonos Cristóbal y yo. Decidimos separar nuestros destinos, nuestros objetivos, ni yo podía aguantar su ritmo ni él el mío. Seguí mi ritmo como pude, la verdad, me sentía cómodo durante, al menos, los primeros 30km acompañado por grupos de corredores y la abundante gente que animaba la carrera. 
Empezaba el cansancio, las piernas me empezaban a pesar mas de la cuenta. km 35, momento cruel, el gemelo se me subió y por el km 40 tuve incluso que andar si quería acabarla. Catedral, Plaza de España y enfilando el parque de las Delicias se me fue pasando levemente, ahí ya no había dolor, encarando la recta de meta sentí la gloría. Llegado a meta no me dolía nada, me sentía enormemente feliz, una satisfacción impresionante por haberla terminado, era mi objetivo.


Me encontré con Sergio y me contó su hazaña, impresionante. Volvimos nuestros pasos atrás en busca de Belmonte. Lo vimos entrar en meta y los tres nos fundimos en un abrazo emocionante, de esos que nunca se olvidan.

Nos dirigimos a grabar nuestras medallas para dejar huella de nuestras hazañas y de vuelta al hotel. Nos duchamos, recogimos y vuelta a la tierra que nos vio nacer, con el propósito de repetir el año que viene.

Este tiempo empleamos.
Sergio Prieto 2:59:28 T.Real
Francisco Espino 3:51 T.Real
Cristobal Belmonte 4:33 T.Real

Enhorabuena a mis compañeros.



Francisco Espino “El Kaka”

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