Una retirada a tiempo....

Me inscribí en el maratón de Valencia, buscado la motivación para volver a entrenar, para renacer de unas cenizas atléticas de las que no emergía. Pero, por unas causas o por otras, no lo hice y aunque sabía que mi aventura en valencia tenía una caducidad cercana, quise plantarme allí y afrontar el desafío. ¡Qué decir de la feria del corredor, del ambiente recogiendo el dorsal, de los stand y carreras que se anuncian allí! Nada, salvo, impresionante. Los que habéis tenido la oportunidad de vivirlo, no sabréis contarlo...por mucha emoción que se muestre en las fotos, en los mensajes e incluso en las palabras, no es suficiente. Hay cosas que mejor que no te cuenten.

El momento culminante, el domingo, el sentimiento de vacío por saber que no vas a ver el final de la carrera es grande, e incluso más de una vez, pensé en no salir, en abandonar antes de empezar. Sin embargo, y esa es la primera victoria, no hay que dejarse vencer por el desánimo, y saber que la primera batalla que se debe afrontar es la que se tiene con uno mismo en cada momento. En mi cajón morado, rodeado de gente, preferí no hablar con nadie, quería vivir ese momento. No había ninguna presión, hasta tal punto que ni siquiera había cogido el reloj. Y no sabía ni qué pensar en los primeros momentos. Era mejor no pensar, solo correr.

Con el paso de los kilómetros me fui encontrando bien, aunque con largos de 12 km como máximo, imaginad mi estado. Fue entonces cuando redescubrí por qué estoy enamorado de este deporte, en esas avenidas llenas de público, con niños pequeños chocándote la mano, gente gritándote aunque no te conozca, personas mayores dejándose la garganta a tu paso y nosotros allí simplemente corriendo. No hay que hacer otra cosa, solo ir al ritmo que puedas, sonreír, dejarse llevar y disfrutar…

El tiempo pone a cada uno en sus sitio y el mío era limitado, dos horas y haciendo un sobre esfuerzo. Así que llegué al km. 24 con el globo de las 3h 30’ y me retiré. Y podría pensarse que lo hice triste, pero no, ha sido una experiencia muy gratificadora, que me ha hecho reencontrarme con este deporte, me ha devuelto la ilusión por enfrentarme a estos retos tan mayúsculos, por valorar lo que cada compañero/a del club trabaja para hacer una carrera de este tipo y no olvidar que los límites, la mayoría de las veces están dónde uno mismo se los pone. Ni siquiera he mirado los tiempos de los compañeros/as, me es indiferente porque para mí han demostrado que son por encima de todo, unos dignos merecedores del halago y de los parabienes.


!Enhorabuena compañeros/as y vamos a animarnos los demás!

by Cristóbal Jiménez Lucena
Socio del Club Amo Allá

Comentarios

ipagro ha dicho que…
animo, la primavera vuelve cada año. una veces trae mejor o peor tiempo. volvera la ilusion y tus pasos aunque diferentes te traeran diferentes sensacuones.

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