HOLE RONDA O LA CONSAGRACIÓN DE UN CORREDOR DE FONDO
Hacer la crónica de esta carrera me resulta prácticamente una quimera. Resumir en pocas líneas el sacrificio, el trabajo, los entrenamientos, las dudas y las emociones que esta prueba me han supuesto, es imposible. Los/as que me conocéis, sabéis que soy ese tipo de persona inasequible al desaliento, que trata de encubrir mis debilidades atléticas con entrenos, con kms y con un afán de superación constante e inagotable. Tres meses y medio después del éxito en el Maratón de Valencia, y con una mochila repleta de emociones encontradas me presenté en Ronda. El tiempo no hacía presagiar un éxito. Las lluvias en la semana previa anunciaban la presencia de más agua y barro que terreno para correr. Claro que sí, tuve muchas dudas pero como siempre digo en estos casos, lo que es igual para todos no es diferente para nadie. El sábado, desde la salida, sabía que todo estaba bien. Me sentía fuerte, predispuesto a sufrir lo que fuese necesario para cruzar esa meta y con una idea fija en la m