Rock and Roll running 2022



Pasados unos días de la celebración de la carrera me encuentro con la sorpresa y la responsabilidad de escribir la crónica de la misma. He de decir que para mí ha sido mi primera media maratón, ya que, aunque he corrido varias carreras mis logros alcanzados no han pasado de carreras populares o solidarias donde la distancia suponía como mucho 10 km. Por todo ello el correr 21 km suponía un gran reto personal lo cual requería de un gran esfuerzo y sacrificio por mi parte ya que la distancia me asustaba bastante y lo más largo que había corrido hasta entonces era unos 14 km.


Todo esto suponía un aumento de entrenamientos y de las distancias, ya que los entrenos entre semana no pasaban de 10-12 km de media. Tenía que incluir un entrenamiento a la semana que incluyera una distancia larga. Este entrenamiento sería los domingos ya que es el único día que te permite dedicarle el tiempo necesario para este entreno, ya que entre semana y debido a las múltiples obligaciones que tenemos los adultos no podemos dedicarle tanto tiempo. Esto supuso para mí el primer inconveniente ya que siempre he sido muy enemigo (perezoso más bien) de entrenar los fines de semana. Pero desde el primer domingo que hicimos un largo la verdad es que no se me hizo nada pesado. A pesar de los madrugones, el frío, el calor y las distancias el entrenamiento de los domingos ha sido de los mejores, ya que es cuando más gente va y más ameno se pasa.

El que lea esta crónica no sé lo que pensará, pero para mí un domingo levantarme antes de las 10 o 10 y media y no comerme los churros tranquilamente sentado con mi familia es todo un sacrificio,  pero como he dicho anteriormente creo que el ratito que he compartido con los compañer@s del club los domingos también es muy gratificante. A pesar de haber hecho varios entrenos largos en ninguno llegué a superar los 20 km, por lo que la distancia me ha asustado hasta el día de la carrera ya que en algunos había acabado bastante cansado.

Y por fin llegó el fin de semana de la carrera, con mucha ilusión y mucha incertidumbre ante el temor de venirme abajo y no poder terminarla. Tenía pagado hasta la grabación del tiempo en la medalla, ya que si lo lograba me gustaría tenerla guardada como prueba de que yo también había hecho, participado y sobre todo acabado mi primera media maratón.  Ya entre los compañeros había escuchado el comentario de que esta carrera era una rompepiernas y no paraban de repetir que Madrid no es llano. Y todo esto lo decía la gente que corre en Aguilar y precisamente en Aguilar ya todos más o menos sabemos cómo se las gasta en lo referente a circuitos exigentes. Todo era superado por la ilusión de mi primera vez pero también iba incorporado a la mochila de la novatada de ser primerizo en este tipo de eventos. 



La noche del viernes al sábado tuve la brillante idea de cómo el bus salía a las 4 de la madrugada de no acostarme y tenderme en el sofá para descansar. Acabé a las 2 de la madrugada acostado en la cama y con el cuerpo nervioso. Ya no dormí nada o casi nada. A las 4 salía el bus y allí estábamos todos con cara de sueño, pero la mochila cargada de ilusión y de ganas. En el bus descanse lo suficiente para no pasar un sábado muy pesado, ya que desde el club y su directiva se habían encargado de plantear un sábado lleno de actividades para conocer Madrid y pasar un sábado como el que fue, muy muy agradable. Lástima el tiempo no nos acompañó, pero no impidió compartir una mañana muy amena y entretenida con toda la gente que fuimos a la visita guiada. El guía buscado fue estupendo y nos mostró una perspectiva de Madrid que yo por lo menos no conocía y la cual me resultó muy interesante. Por la tarde el grupo se disolvió un poco ya que lo dejaron libre y cada cual lo aprovecho para realizar las actividades que les apeteció.  Por la noche cenita tranquila y a la cama que por la mañana había que madrugar para desayunar con tiempo suficiente para que la digestión no interfiriera en el buen desarrollo de la carrera.



Día de la carrera

7:00 horas. Desayuno con todo el grupo donde no faltó de nada. Una vez desayunados subida a las habitaciones para prepararnos para ir a la línea de salida y llegar con tiempo para llevar cosas al guardaropa. Los nervios ya los iba sintiendo en el estómago, pero no faltó ninguna palabra de aliento por mis compañeros que me ayudaron en todo momento. Mientras subíamos a las habitaciones despedimos a los compañeros que corrían los 10K, deseándole lo mejor. 

Una vez preparados habíamos quedado todos en la recepción del hotel para ir todos juntos a la línea de salida. Cada vez estaba más nervioso y preocupado por si entre los nervios y el cansancio acumulado iba a estar a la altura y poder terminar en condiciones. Intenté mantener la calma y no pensar y dejarme llevar, aunque era complicado. Todo sucedió muy rápido, salida del hotel, caminata hasta la línea de salida y llegada al guardaropa para dejar las cosas y cuando me quise dar cuenta ya estaba en la línea de salida con todos mis compañer@s del club y no sé cuantos miles de personas más.  Y de pronto sonó la bocina y comenzó la carrera. La salida un poco aparatosa e intentando no tropezar entre la marea de piernas que había y sobre todo muy nervioso. Los dos primeros kilómetros las piernas me pesaban un poco, y muy nervioso. Intentada mantener la calma y disfrutar de la carrera, pero los nervios me hacían sudar demasiado y necesitar más aire de la cuenta. Kilómetro a kilómetro iba buscando el cartel que lo marcaba hasta que poco a poco me iba relajando y encontrándome mejor. El ambiente era muy agradable entre los compañeros y personas que corrían permitiéndonos el lujo de ser nosotros los que jaleábamos al público e incluso nos parábamos a bailar en los diferentes escenarios que había puesto la organización.  

A partir del kilómetro 6-7 dejé de contar y me permití el lujo de disfrutar de la carrera y también del ambiente y del paisaje. Ha sido una gozada pasar corriendo por lugares emblemáticos de Madrid como pueden ser La Cibeles, Puerta de Alcalá, la Castellana o el estadio Santiago Bernabéu. El resto de la carrera ya sólo me dejé llevar y como broche final el entrar en meta todo el grupo cogido de la mano. Una verdadera gozada. Durante los entrenos me repetía que una vez pasada la carrera no volvía a prepararme una media, que era muy sacrificado y que no merecía la pena, pero he de decir que mi pensamiento ha cambiado y que me ha gustado y si encarta volveré a repetir. Ha sido una experiencia muy gratificante sobre todo a nivel personal. Me quedo con la gran calidad humana que hay en el club y el compañerismo. 

 En ningún momento me faltó una palabra de ánimo y de aliento.  Por todo ello sólo me queda dar las gracias a todos por haberme ofrecido la oportunidad de haber podido disfrutar de esta experiencia tan bonita, en todos los aspectos. Ni el mal tiempo del sábado lo ha estropeado. Gracias al club, a las personas que lo han organizado por el trabajazo que supone y que encima no falte un detalle, a la disponibilidad de todos y todas y a todas las personas con las que he compartido esta experiencia que me han apoyado en todo momento.  Y como no a mi familia que es la que sufre mis horas de entreno. Animo a seguir y a todas las personas a participar ya que la experiencia merece la pena y si Dios quiere y se dan las circunstancias, Volveré a Repetir. 

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