La “media” de Córdoba. Un sueño cumplido.
Mañana del 24 de noviembre. Se cumplían diez meses desde la despedida de mi padre. Pero ese día no podía ser triste. Tenía la gran oportunidad de dedicarle la carrera. Lo mío no son las distancias largas, bueno, ni las cortas. Me gusta correr para mantener un buen estado de salud, evadir la mente y relajarme. Pero desde hace unos pocos años, siguiendo los pasos de mi hermano, un gran ejemplo para mí, le cogí el gusanillo a las carreras populares. Y como no podía ser menos, en el 2016, di el salto a la media maratón. Tenía claro que ese día debía correr teniendo buenas sensaciones, manteniendo a raya las pulsaciones, sin forzar y disfrutando de cada kilómetro de la ciudad de mis amores. Y así fue, supe dosificar, hidratarme adecuadamente durante la carrera y hasta apreté durante los últimos 7 kms. Cuando sentía un mínimo de debilidad, una señal desde el cielo me daba fuerza para seguir. Todo empezó muy temprano. Mi mujer se levantó antes que yo, porque participaba de voluntaria