II Desafío Ruta de las Estaciones
Hace varios años ya que me planteé que me encantaría participar en carreras de ultrafondo. Sin embargo, por unas causas u otras, el debut no se produjo hasta ayer mismo. Inscrito desde hace 5 meses, parecía que me sobraba tiempo para preparar el reto. 56 km por una vía verde sonaban bien. Desde la perspectiva de un lego, no parece tanto como las grandes de 72 km de la Desértica o los 101 de Ronda. Lo restante ya se sabe. Entrenar, entrenar y entrenar, en un verano que ha resultado sofocante y tratando de medir bien para no caer ni lesionado ni agotado. En el debe, me he quedado corto en los kilometrajes. Se necesitan tiradas más largas. Pero, esa será otra historia y otras carreras. En lo deportivo, hasta aquí. Todos estos planes se vinieron abajo el mismo lunes. Mientras curraba, se nos vino encima a una compañera y a mí una estantería gigante y cargada de peso. Resultado: nos tuvieron que sacar de debajo de la misma los compañeros del trabajo. Golpes, magulladuras, heridas en la cabe