CORRER POR UNA CAUSA.


Amanecimos el día 24 de marzo en la ciudad de Úbeda, dispuestos a vivir una experiencia deportiva y cultural. Mañana fresca, como dicen mis compañeros, ideal para la práctica del deporte.


El colegio de la Sagrada Familia (SAFA) organiza la carrera solidaria Entreculturas enmarcada dentro del circuito Ciudades Patrimonio de la Humanidad y cuyo fin este año es recaudar fondos para la educación de las niñas en países de África y América Latina.
Desde primera hora se observaba el trajín de voluntarios y profesores, dispuestos a que todo saliera bien, amables con las preguntas que les hacíamos los que veníamos de fuera.

A las diez de la mañana se daba la salida a la prueba de 10 km. El circuito discurría por la zona monumental de la ciudad, atravesando todo el casco histórico. Empezamos en el colegio SAFA , enfilamos la calles Andalucía, Corredera, para bajar por la calle Montiel que termina en la plaza Primero de Mayo donde se encuentra la Iglesia de San Pablo (s.XIII-XVIII). Seguimos descendiendo por callejas empedradas, angostas, hasta llegar a la plaza Vázquez de Molina, rodeada de arte por todos lados: allí se ubican la Iglesia del Salvador (s.XVI) y la Basílica de Santa María de los Reales Alcázares, iglesia principal de la ciudad (s.XIII-XIX). Desde este sitio continuamos a la redonda de miradores, impresionante correr por este balcón natural al borde de un tajo, en el fondo el valle de río Guadalquivir, y a la izquierda, siempre que el paso lo permitía, podíamos ver los cerros de Úbeda, donde cuenta la historia que se perdió un importante mando de Fernando III, allá por 1.233, con el fin de escaquearse de una batalla,( de ahí la expresión “irse por los cerros de Úbeda”). 
Después de bajar, toca subir dos repechos importantes que hacían mella en nuestras fuerzas, hacia la iglesia de San Lorenzo para acabar en el Hospital de Santiago, edificio de Andrés de Vandelvira (s-XVI).

Terminada la primera vuelta aún quedaban dos más, suplicio para nuestras piernas pero placer para los sentidos. Por si se nos había escapado algún detalle todavía teníamos tiempo para poder recuperarlo. Ya en meta, repusimos fuerzas con los famosos ochíos dulces típicos de allí.
No nos queríamos marchar de la ciudad sin visitar la antigua Academia de la Guardia Civil, actualmente en desuso, edificio imponente, castigado por el paso del tiempo y cuyos muros albergan historias de miles de guardias jóvenes que allí se formaron.
Así termina nuestra experiencia. Lo de menos el puesto, el tiempo,el trofeo, el circuito…
Lo bonito la visita a la ciudad de Úbeda y lo realmente importante correrporunacausa.

Por Ana García.

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